Descansa un rato,joven impaciente,
Solo mira hacia un cielo imaginario,
dentro de cuatro paredes:
en él; donde atesora todos sus bienes.
Constantemente reflexiona,
mientras recuesta su cabeza
sobre una almohada; placidamente.
Constantemente reflexiona;
mientras la quietud gobierna su espacio.
Miles de preguntas repite en su mente,
las cuales solo ella entiende,y solo uno responde;
la voz interna que visita cada día, su alma.
¿Transporta su mundo hacia una fantasía?
probablemente, pues sus sueños no mienten,
su entremezclan y crean infinitas sensaciones,
para dejarla finalmente sorprendida; en desvelo.
Penetra, profundiza sin parar, en su raciocinio,
quiere descubrir el porque
de una vida frájil y sensible,
pero fuerte a la vez, pues
se fortalece con táticas impresindibles.
¿Qué clase de angustia estarás sintiendo,
joven terca dime; la tolerancia resulta finita,
y las ideas no brotan de la nada.
Existen muchos tropiezos en tu caminar,
eso lo se, y te entiendo claramente.
Existen inconvenientes que hacen marchitar
tu gozo,exterminar tu paciencia
¿Es acaso eso?
¿Es acaso este el punto inicial de tu molestia?
Perdona mi persistencia, mi sinceridad,
pero tu sufrir detiene mi paz,
estorba como una piedra en mi futuro;
arde en mi, como el sol sobre el desierto.
Descansa joven impaciente,
inconforme por lo errores de sus pisadas,
por los vacíos restantes,
por los quebrantos profundos.
Mira hacia el cielo real,
el cual el divino pintor creo para ti,
aprécialo y da gracias,
para que nunca desvanezcan tus fuerzas.
Y puedas dormir finalmente,
sin reproches,
sin tristeza;
con una tierno gesto,
con una tierna sonrisa