viernes, 10 de septiembre de 2010


Caminando por las calles, las aceras,

caminando por los barrios y la ciudad,
en el centro de estudio, de ahora,
de ayer, y de uno que aún tengo memoria.

Caminando, yo, observo a los seres,
moviéndose atareados, en sus carros, sobre sus pies.
pues los deja el bus,
pues le cierran la tienda.

Les agarra tarde para trabajar,
o tienen mucho que estudiar,
ya no caminan tan siquiera,
corren, casi vuelan con desesperación certera.

¿Se detendrán a pensar?
No lo creo, solo se fijan
en lo superficial, sus caras lo demuestran;
A como son fuera de sus casas,
lo son dentro de ellas.

¿Y adónde quedó la cortesía y la reflexión?
momentos para por lo menos
esbozar una sonrisa, aunque no haya ganas,
y el atareado tiempo no nos agobie.

Buscad el silencio, este, utilizado con cordura,
nos hace crecer,
pues dentro de el se puede meditar en nuestros actos,
ya sean buenos o malos.

Buscad el amor,
De pareja o de amistad,
entre las familias, con los que rodean
el espacio que habitamos.

Pensar diferente,
analizar detalladamente,
actuar a otro ritmo;
Sobresalir saludablemente,
es marcar la diferencia;
es mirar lo esencial.